jueves, 29 de marzo de 2012

¿Conoces a tu perro?


 
Para un segundo y hazte esa pregunta.. ¿Conoces realmente a tu perro? ¿Cuánto crees que le conoces? La mayoría de nosotros decimos que sí, incluso en alguna ocasión, cuando hemos sido capaces de anticipar un comportamiento pensamos "le conozco como si le hubiera parido". ¿Pero realmente es así?

Para conocerle, deberíamos observarle y normalmente es algo que hacemos bastante poco: las prisas, las mil ocupaciones y preocupaciones,.. hacen que nos cueste horrores estar simplemente mirando y observando (para aprender, como decíamos hace 15 días) a nuestro perro. Sin embargo, eso es lo que hacen ellos todo el día: nos miran, nos observan, nos "aprenden" para saber qué haremos a continuación, para saber cómo nos sentimos y saber si tienen que acercarse a consolarnos o bien, alejarse porque no estamos de demasiado buen humor.

Si los perros hablaran, dirían cosas de sus dueños que ni ellos mismos saben (los humanos de sí mismos), es lo que tiene poder estar mirando, observando y aprendiendo.

Volvemos a la pregunta inicial: ¿conoces a tu perro? ¿eres capaz de anticipar sus reacciones y comportamientos? ¿o te sorprende todos los días (tanto para bien como para mal)? ¿sabes qué significan cada uno de sus gestos? ¿conoces sus gustos y preferencias? ¿y lo que no le gusta, le incomoda o le da miedo?

Te sugerimos un par de ejercicios para que pienses cuánto conoces a tu perro.

El primero, confecciona una lista de 10 cosas que le gustan a tu perro (comida y juego o juguetes solo valen como uno, es decir, no vale decir: salchichas, chorizo, queso, etc.. o jugar a la pelota, al mordedor, etc..).

El segundo, confecciona una lista de 10 cosas que le incomodan o disgustan a tu perro.

Las diez cosas que le gustaban, ¿te valdrían para recompensarle si estuvieras enseñándole algo?. Las 10 que le disgustan, ¿las intentas evitar? ¿has intentado alguna vez trabajarlas para que le parezcan menos desagradables?

¿Qué tal ha ido? ¿Fue fácil? ¿Difícil? ¿Cuánto tiempo te ha llevado? No se trata de hacer un concurso, ni de inventarse cosas que le gusten o disgusten a tu perro. Simplemente es un autoevaluador de cuánto conoces a tu perro.

Ahora podemos pasar a hacer ejercicios avanzados. Por ejemplo, imaginar situaciones que podrían darse en la vida cotidiana y pensar cómo se comportaría vuestro perro:

- Vas por la calle paseando tranquilo con tu perro y de repente alguien se acerca a ti con voz algo amenazadora, ¿cómo actuaría tu amigo?
- De nuevo vas paseando por la calle, tropiezas y te caes. ¿Cómo actuaría tu perro? ¿yendo suelto? ¿yendo atado?

Puedes convertir estas preguntas avanzadas en un juego divertido que practicar con familiares y amigos. El día que sucedan esos hechos, verás si conocías bien o no a tu perro y, por supuesto, pasarás un buen rato compartiendo opiniones.

Con este post solo pretendemos recordar cuánto se preocupan nuestros perros por conocernos y entendernos (veinticuatro horas al día) y cuán poco lo solemos hacer nosotros.Ya que se supone que son los grandes amigos del hombre, ¿no se merecen un mínimo de esfuerzo por nuestra parte?

Mira, observa, aprende, conoce a tu compañero canino.


Por CECP

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