sábado, 25 de febrero de 2012

Herramientas 1. Collares y arneses

Esta vez toca un post práctico, un post sobre las herramientas de control que usamos en el día a día con nuestros perros o, al menos, las que tenemos disponibles en el mercado para ello. Unas nos gustan y muchas no, y vamos a ir explicando el por qué de cada una.


Collar de pinchos. Este collar DUELE, por mucho que se nos diga que no, que los perros tienen el cuello muy musculado y no lo sienten, y aunque se pongan tapones en los pinchos, este collar no es adecuado para pasear con el perro, y mucho menos para usarlo como herramienta para que el perro no tire de la correa. El gran problema es la asociación que puede producirse en la mente del perro la molestia que producen los pinchos. Situación: el perro empieza a tirar porque ha visto a otro perro y siente los pinchos, deja de tirar, vuelve a tirar porque quiere llegar al perro y vuelve a sentir el dolor.. es la visión del perro la que está produciendo el dolor (ya tenemos creado el origen de una reactividad a otros perros o a cualquier cosa que esté el perro viendo cuando siente los pinchos). Usado como corrección a la reactividad también la agrava: el perro ve un estímulo que le desagrada y empieza a ladrar, así que para que se calle, se le da un tironcito para que sienta los pinchos, el estímulo que solo le desagradaba además le causa dolor. El collar de pinchos ayuda a empeorar comportamientos y crear inadecuados.





Collar de ahogo. Las asociaciones que hemos descrito para el collar de pinchos se pueden producir exactamente igual con este tipo de collar. Este collar tiene una razón más incluso más importante para no usarlo: puede causar daños en la traquea del perro. No si solo se usa una vez, no si solo se usa dos veces, pero a la larga, con el tiempo y sobre todo, según la sensibilidad del perro, causará daños en muchas ocasiones irreversibles.



Collar educativo - collar de impulsos eléctricos. Otro collar que DUELE y que además es un arma peligrosísima en manos de particulares. De nuevo, se cumplen los problemas derivados de las posibles asociaciones que puede hacer el perro. Por otro lado, la mayoría de estos collares tienen la opción de regular la intensidad de la descarga eléctrica, por lo que mucha gente, viendo que en el nivel "x" no tienen resultados, giran la ruedecita para ver si siendo el latigazo más fuerte el perro hará más caso. ¿Os imagináis ir paseando y no saber cuándo podéis recibir una descarga? (y es empatía, no antropomorfismo).. terrible cuanto menos.



Collares anti-tiro de cabeza. Se pusieron de moda como alternativa "positiva" para los perros que tiran de la correa cuando pasean. Tienen básicamente dos inconvenientes. El primero, meramente físico, que es una posible lesión de las cervicales del perro. Tanto el giro lateral como el tirar de la cabeza hacia abajo se producen en una circunstancia no controlada por el perro y que pilla bastante desprevenidos a sus músculos, por lo que puede generar problemas de cuello y por ende, de espalda.
Otro problema de este tipo de collares es que dificultan la comunicación gestual de los perros.



 Arnés anti-tiro de "hombros". Este arnés ejerce presión alrededor de las patas delanteras del perro cuando tira para que, debido a la presión, deje de tirar. Las cuerdas que rodean las patas son bastante finas, por lo que puede provocar rozaduras e incluso ocasionar daños musculares.









Arnés anti-tiro de "pecho". Un buen "parche" para casos de perros que tiran de la correa durante el paseo, sobre todo nos gustan los modelos que constan de solo una anilla en la parte delantera que no ejercen presión alguna en el pecho del perro.








Collar fijo. En principio, si es acolchado, no debería presentar ningún problema, pero, tal y como apuntó nuestra amiga Paloma, en los casos de perros que tiran de la correa o dueños que pegan tirones, se convierte en una herramienta peligrosa pudiendo provocar problemas de espalda e incluso de visión en los perros.





Muchos estudios demuestran la relación que existe entre los problemas de cuello y espalda en los perros, incluso problemas de visión, y el tipo de collar o arnés con el que pasean, además de las posibles asociaciones que hemos comentado que se pueden producir al usar herramientas que causan dolor. Por ello, deberíamos ser cuidadosos a la hora de elegir qué poner a nuestro perro cuando salimos a la calle. Nuestra recomendación, un collar fijo de un ancho adecuado para el perro (siempre que no haya tirones por parte del perro o del dueño), e incluso acolchado o, mejor aún, un arnés.

Video sobre el arnes de Turid Rugaas
http://www.youtube.com/watch?v=vPuf_nhUmE0

Por CECP

jueves, 16 de febrero de 2012

La obsesión humana de catalogar a los perros




Roza la obsesión la manía que tiene el ser humano de etiquetar a las razas de perros por lo que se dice de ellas o porque en un momento dado un individuo canino se ha defendido de una manera que el humano no entiende y cataloga al perro de agresivo en vez de reconocer un comportamiento de defensa frente al entorno.

En primer lugar podemos hablar de los perros mal llamados y catalogados según la legislación nacional como PPP (perro potencialmente peligroso), perros que desde que nacen tienen su futuro predeterminado por una forma de pensar humana que va limitar toda su vida, sus movimientos, su libertad y su posibilidad de ser perros sanos y equilibrados.

Perros que de cachorros reciben todo el cariño de la gente y que según crecen, por sus características físicas, acaban relegados a un segundo plano, tras un bozal y una correa corta, sin tener en cuenta lo que ésto puede suponer en el comportamiento futuro del perro, cada vez mas controlado y cohibido.
Muchos de estos perros quedan sentenciados desde que nacen a llevar una vida de miseria e incomprensión. La ley, la gente en general y la falta de conocimientos del propietario hacen que la vida de este perro no sea plena. Son perros a los que fácilmente se etiqueta como dominantes con el consiguiente bloqueo de un sano y normal desarrollo.

Cada perro es un mundo, es un individuo único, y que unas razas tengan un cuerpo más musculado y una mandíbula más grande que otras no quiere decir que las primeras vayan a hacer daño a nadie por el mero hecho de querer hacerlo. Es realmente la forma que se tiene nuestra sociedad de tratar a los animales la que hace que estos perros acaben defendiéndose del ser humano exactamente igual que lo haría cualquier otra raza más pequeña, con comportamientos muy similares que, mientras que en una raza pequeña suelen resultar "graciosos", en un perro más grande, en un "ppp" nunca se perdonan, por mucho que se trate de un animal admirable en todos los aspectos.

Y no sólo ocurre con los llamados PPP. Cualquier perro que cierto día ladró a quien se aproximaba hacia él de forma poco amigable o a quien por desconocimiento invadió su distancia de seguridad, comienza ser mirado de otra forma, como si de un gran peligro para esta sociedad se tratase, cuando en realidad es un animal lleno de miedo, falta de socialización o experiencias traumáticas.

Cuando dejamos de tener control "ficticio", se descontrolan las situaciones y es cuando comienza la utilización de una forma de educación que no es nada aconsejable para el desarrollo emocional del perro y su relación con el mundo que le rodea.
 
 
En vez de educar, se utilizan "herramientas" como collares de pinchos que dan al humano sensación de control pero que aposteriori agravan la situación, impriendo dolor y miedo en el perro y con el pensamiento equivocado en el humano que de esta forma el día a día va a mejorar, cuando se trata solo de una forma de intimidarlo y conseguir que un perro tenga comportamientos impredecibles.

Estamos de acuerdo en que hay gente que por circunstancias tiene miedo a los perros, pero cuando un caballo suelta una coz no es tachado de agresivo, simplemente no haberte puesto detrás. El rasero con el que se miden estos comportamientos no es el mismo para unas especies que para otras.

Un acto en un momento dado no debería condenar a un individuo de por vida, pero es lo común en esta sociedad en la que unos se pisan a otros y se ponen la zancadilla. Estos pobres perros que un día demostraron lo que pueden hacer en un momento emocional muy álgido, quedan tachados de agresivos y peligrosos.

En realidad ¿quienes son los mayores depredadores y destructores, que destrozan el entorno en el que viven y se saltan todas las leyes de la naturaleza? La respuesta es clara.

No hay perros peligrosos, solo dueños irresponsables y leyes absurdas.

Por CECP, imagen cedida por Propatas adopta

martes, 7 de febrero de 2012

Es preocupante... Tiendas de animales

Desde la sección "En todos los frentes" os proponemos este escrito para enviar a las tiendas que venden animales en general, y perros en particular

A/A Tiendas de animales que exponen cachorros en sus vitrinas

Desde Educadores Caninos en Positivo

Estimados señores,

Mi nombre es (nombre de quien envíe la carta) y me dirijo a ustedes para comunicarles mi descontento con el hecho de que vendan cachorros de animales en general, y de perros en particular, en su tienda.

No sé cuál será su origen, si procederán de criadores responsables o de las famosas granjas de cachorros, pero aparte del origen y el transporte en edades tan tempranas, el hecho es que el estar detrás de una vitrina no ayuda nada a su desarrollo tanto físico como emocional.

En el caso de los perros, no sé si saben de un periodo muy importante denominado "período crítico de socialización", un período que va de los 2 a los 4 meses en el que el perro se "impronta" de la información de su entorno para luego no tener problemas de comportamiento, ¿qué conocimientos creen que pueden estar adquiriendo en un escaparate salvo la visión de gente que sonríe y según llega se va?. Los cachorros necesitan estar con su madre, y llegado el momento, necesitan estar con otros perros y tener un hogar, en el que puedan experimentar el mundo, el que va a ser su entorno, no pueden estar en un escaparate.

Los perros son animales sociales, necesitan estar con otros seres, bien de su misma especie o de distinta, y no aislados del mundo y del contacto.

¿Realmente se han parado a pensar los problemas que ya llevan esos perritos cuando salen de sus tiendas? El problema, por ejemplo, de la eliminación inadecuada. Por lo general los perros son limpios por naturaleza y tienden a evacuar lejos del lugar donde duermen y comen, ¿qué creen que hacen en sus vitrinas salvo algo totalmente antinatural? O, ¿han pensado en las consecuencias físicas de la falta de ejercicio por estar confinados en espacios de apenas un metro cuadrado?

Y, ¿cuando esos cachorros que separaron prematuramente de su madre para exponer en un escaparate crecen? ¿Qué hacen con ellos? El espacio empieza a ser más reducido porque, según que razas, empiezan a ser grandes y, evidentemente, pasan a ser menos atractivos para los compradores. ¿Hasta cuándo les mantienen en sus encierros? ¿Y si siguen sin venderse, dónde van a parar?

Muy señores míos, con el problema de protectoras y perreras saturadas, con una cuota de abandono de animales tan alta, ¿no creen que sería más coherente fomentar las adopciones y la tenencia responsable que vender dulces cachorros, mantenidos en condiciones contrarias a su naturaleza, a futuros propietarios que realmente no saben qué se están llevando a casa?

Apelando al amor que deben sentir por los animales al regentar un negocio de ese tipo, les pediría que hicieran un ejercicio de empatía con los cachorros que venden en sus tiendas y les retiraran de sus vitrinas. Los animales no son objetos, no deberían exponerse como tales.

Un saludo

Primeras respuestas:
LACASADELPERRO <info@lacasadelperro.com> escribió:

EL FANATISMO Y LA IGNORANCIA SONLOS ENEMIGOS DE LA HUMANIDAD.
SI QUIEN ESCRIBE ESTA CARTA TUVIERA NOMBRE Y APELLIDOS TRATATIAMOS DE EXPLICARLE QUE LAS TIENDAS DE ANIMALES NO SON EL PROBLEMA, SINO LA SOLUCIÓN.
PERO DUDAMOS QUE SE PUEDA ESTABLECER UN DIÁLOGO CON QUIENES POSEEN UNAS IDEAS DOGMÁTICAS Y SECTARIAS.
SALUDOS,

Y contestamos:
Veo que quien ha respondido tampoco ha puesto nombre ni apellidos y, además, escribe en mayúsculas, cosa que en este medio se interpreta como estar gritando.

Daré el primer paso, Marina Aguilera Fernández, una de las integrantes de CECP. Conozco sus establecimientos y cumplen la descripción y los problemas que definimos en la carta. Llámenlo ignoracia, pero no creo que Konrad Lorenz, Premio Nobel y descubridor del "imprinting" deba ser así calificado.

Hablen si quieren de fanatismo, pero creo que una carta educada no es para nada un acto fanático.Las tiendas de animales, aquellas que tienen animales vivos en sus vitrinas y/o escaparates no son ninguna solución, al contrario, son más bien un reclamo a las compras compulsivas de padres que son capaces de hacer lo que sea para callar a sus hijos. Y eso que ese punto no lo hemos tocado en la carta, nos hemos limitado a explicarles algunas características de los perros, necesarias para su adecuado desarrollo físico y emocional que parecen no estar teniendo en cuenta.

¿Ahora que me identifiqué van a explicar algo, o solo van a responder gritando de nuevo y acusándome(nos) de fanáticos, ignorantes, sectarios y dogmáticos, o, simplemente, no responderán?

Saludo