miércoles, 14 de diciembre de 2011

Carta a los Reyes Peludos




Queridos Reyes Peludos,

Soy un pequeño Westy llamado "NO". El año pasado por estas fechas llegué a una casa en la que no estaban mis hermanitos, una casa llena de gigantes que no paraban de moverse de un lado a otro. Es algo que ya había visto antes a través de un cristal en una tienda de una gran superficie, hace un año, antes de que me compraran como regalo de Navidad.


Ha pasado un año desde entonces y he aprendido algunas cosas sobre este mundo, aunque no sé si en realidad lo que yo creo haber aprendido es lo que me han querido enseñar estos gigantes. Soy pequeño, pero hay días que me hacen sentir un poco más pequeño aún. Algunos días me voy a dormir a un rincón debajo de la cama, un rincón donde me siento seguro, a salvo de ellos, donde puedo dar unas pequeñas vueltas y tumbarme tranquilo.

Creo que por el año que me han hecho pasar, tengo derecho a pedir los regalos que tenéis que dejar en esta casa.

Para Papá, que sé que se siente frustrado porque no podemos pasear tranquilos y no sabe qué hacer. Para él os pido una correa de tres, no, mejor, de cinco metros y un arnés, para que vea que no soy un loco o un perro dominante como le han contado. Lo que me pasa es que con el collar que llevo ahora me ahogo y la correa es muy corta, no tiene más de un metro y la verdad es que me da vergüenza hacer mis cosas tan cerca de papá. Cuando quiero oler un árbol o ir a ver como esta la vecinita, me llama “¡NO! ¡Noo! y salgo casi volando, de hecho, ¡a veces despego del suelo y todo!, creo que le han dicho que así aprendo que no debo hacer esas cosas. Otras veces, si no estoy atento, de repente siento estar en el aire porque ha girado o empezado a caminar muy deprisa. Me duele el cuello cada vez que volvemos del paseo.

Cuando llegamos a casa me encuentro con la niña, no tendrá mas de cinco años. No para de tocarme, zarandearme y llevarme de aquí para allá como si fuera un peluche. Y cuando ya estoy yo también excitado y emocionado con el juego, dice mi nombre, ¡NO!, ¡Noo! ¡Noo! !quita, quita...¡", y entonces creo que quiere que juegue con ella como lo hacía con mis hermanitos y le gruño un poco.. ¡que con mis hermanitos me lo pasaba muy bien!.. ella es así.
He oido hablar de una abuelita de largos cabellos blancos que nos quiere mucho y por eso para la niña os pido el libro "Turid, el Hada de los perros". Si la niña aprende cómo tratarme sé que seremos almas gemelas, porque aún le queda mucha vida por delante y yo espero estar para verla crecer.

Para Mamá, que sé que me quiere mucho pero que en el fondo me tiene un poco de miedo, pido que tenga paciencia conmigo porque yo no entiendo este mundo tan grande. Para ella os pido una camiseta sobre la curva de extinción. Me he enterado en el pipican que unos chicos de forma altruista están llevando a cabo una iniciativa que trata de difundir y enseñar a estos seres que hay alternativas. ¿Qué alternativas?, que existe una realidad que el ser humano no ve hasta que no es capaz de pararse a observar. Esta camiseta es para mamá porque hay veces que no me comprende y veces en que yo quizá incluso no me pueda controlar y es entonces cuando me llama por mi nombre “¡NO!, ¡Noo!, ¡Noo!, ¡deja...deja, deja el calcetín!", quiere jugar, lo sé y jugamos a ver quién se lo queda. La verdad es que me lo paso muy bien. 

Cuando juego con mamá, si por un casual está en casa el niño, no sé porqué me da con la mano y me tumba panza arriba, con su mano en mi cuello y paso mucho miedo. He aprendido a calmarlo si me dejo, si no me muevo y si casi, no respiro. No entiendo nada, estaba jugando con mamá. Por eso para el niño os pido el libro "Adiestra a tu perro en positivo" de un buen amigo de los perros al que llaman Santi, para que vea que podemos hacer cosas juntos y pasarlo muy bien.

Tengo un amigo en la casa de al lado, creo que nos llamamos igual “¡NO!“. Es un cachorrete de no más de dos meses de edad. Apenas le veo y cuando estoy con él y empezamos a jugar un poco me llaman por mi nombre “¡NO!“, me sujetan y me arrastran (¡eh, que es mi amigo!!...). Como a mi colegui le quiero mucho os pido para su familia el libro que trata sobre la educación temprana, ese que no está escrito y que a un querido Che le corresponde escribir como sólo él sabe, para que la vida de mi amigo sea mejor que la mía en estos primeros meses de vida en el vecindario.

Y luego está Toby, que debe ser otro perrito que vive aquí, pero que realmente no conozco, porque a veces le llaman, "!Toby! !Tobyy! !Tobyyy!", pero no aparece nadie, yo miro a un lado y a otro y no le veo, entonces, olfateo el suelo y me pongo a buscarle y me llaman a mí, “¡NO!”. Pues bien, a Toby quisiera conocerle, si en mi casa hay alguien de mi especie, seguro que podemos ser amigos y jugar juntos.

Y para mí, ¡uf!... que dejen de emitir los programas estos sobre perros que no estan basados en la realidad sino en lo que vende en televisión, creando ideas erróneas en los gigantes, y que la verdad, desde que en esta casa los ven mi vida precisamente no ha ido a mejor: me ponen en una cinta de correr y se olvidan de que quiero estar con mis amigos, también quieren que corra detrás de una dichosa pelotita...

Si por un casual (cruzo las patitas), no me trajerais lo que os pido y un día acabara en una perrera por ser un incomprendido, solo me faltaría que, si no he tenido ya mala suerte, me tocara ser protagonista de algún capitulo de esos. Estos sitios donde se encuentran mis amigos no necesitan de índices de audiencia, sino de más gigantes como los de los regalos para mi familia humana y para mi amigo peludo de dos meses, gigantes que cambiaran este mundo.

Creo que tengo razones suficientes para pedir estos presentes. Cuando llegué como regalo de navidad no dejasteis conmigo ningún libro de instrucciones. Aunque la verdad, no lo necesito, soy coherente en todo cuanto a mi especie se refiere, aunque ellos no lo vean y menos aún lo entiendan por mucho que yo me esfuerce en comunicarme. Quizás yo sí necesitara un manual para comprender este mundo tan peligroso, aunque en realidad, pase lo que pase, yo siempre estaré dándoles una nueva oportunidad cada día que amanezca.





Carta a los Reyes Peludos de un pequeño westy llamado "NO", de Colaboración entre educadores caninos en positivo.

Gracias a tod@s

lunes, 5 de diciembre de 2011

Más que perros y gatos

El pasado 2 de octubre empezó a emitirse en la 2 de televisión española un programa llamado "Más que perros y gatos". Lo emiten los domingos a las 19:00 horas, lo repiten los martes por la tarde y desde el día siguiente a la emisión se puede ver en internet.

Por culpa de la falta de tiempo que tenemos todos, nos ha costado un poco ver los capítulos, pero una vez visualizados 9 capítulos, podemos decir que es un programa que se puede ver y que se puede recomendar a los particulares.

Hay cosas que nos han gustado mucho, otras que un poco menos, y otras que casi nada, pero es difícil que algo en televisión te agrade al 100% porque, al fin y al cabo, no deja de ser eso, televisión, espectáculo, audiencias. También nos llama la atención que la Fundación Affinity patrocine este programa y que el que empezaron a emitir este pasado fin de semana en otra cadena esté patrocinado por Affinity Petcare

Pero sí nos agrada que por fin haya una alternativa un poco coherente a lo que estábamos acostumbrados a ver en la "caja tonta", una pequeña puertecita que se abre para decirle a la gente que sus perros no intentan dominarles, que no hay que golpearles ni gritarles, que hay que respetarles, que si les tratamos como seres vivos que son, con respeto, y echando mano de la ciencia (teoría del aprendizaje) conseguiremos perros felices y equilibrados con poco esfuerzo.

Igual que escribimos para quejarnos, en esta ocasión escribimos a TVE para felicitarles "con salvedades" y agradecerles emitir una alternativa más coherente y moderna sobre el mundo canino y felino.

Podéis ver los capítulos ya emitidos en el siguiente enlace

http://www.rtve.es/alacarta/videos/mas-que-perros-y-gatos/

martes, 29 de noviembre de 2011

la que podría haber sido la verdadera historia de la dama y el vagabundo...

Muchas de las personas que nos cruzamos nos miran mal. Ponen cara de superioridad, de asco, de pena... y la gran mayoría hace como que no nos ven. Son pocos los que se acercan a nosotros.
Hace ya tiempo que comparto mi viaje con este señor. la verdad es que el camino no es fácil. Pasamos frío, hambre, sed. Dormimos donde podemos, cada día en un lugar distinto. Y lo que me resulta más duro es ver como el señor al que acompaño, pese a no tener nada, lo comparte todo conmigo.
Mi historia es muy corta y sencilla. Yo antes vivía en una casa. Con una familia. Todo parecía ir bien. Llegué muy jovencita a su hogar y todo eran caricias, mimitos y carantoñas. A las pocas semanas, empezaron a cambiar su manera de relacionarse conmigo. Empezaron a gritarme. Yo no le di importancia, hasta que un día tras el grito llegó el golpe. Me quedé paralizada. Pensé que eran los nervios, que traicionaron al humano y se le fue la mano. Pero no. día tras día se repetía e incluso iba a mas. Los gritos pasaron a ser algo habitual. Los golpes pasaron a sustituir a las caricias. Cuando apenas era una jovenzuela, recibí una paliza que me hizo abrir los ojos (y me dejó coja de por vida). Esos humanos no me querían en su casa. Por lo tanto, a la que tuve oportunidad salí corriendo. Caminé durante unos días. No sabía qué hacer ni dónde ir. Aprendí rápidamente que cerca de las casas amontonaban basura, y de ahí me alimenté.
Al poco tiempo, vi un humano que estaba en mi misma situación. Su aspecto no era agradable, por lo que supuse que el mío tampoco lo sería. Ese debe ser el motivo por el que la gente se asustaba si intentaba acercarme. Pero ese humano no se asustó. Me miró y siguió buscando algo para comer. Mi sorpresa llegó cuando el hombre sacó algo del contenedor y me lo ofreció. Yo, que estaba muerta de hambre, acepté su oferta.
Desde ese día, caminamos juntos. Nunca me ha gritado. Nunca me ha pegado. Simplemente se limita a mirarme y sonreír. Le debo hacer gracia, porque a veces está muy serio, incluso llorando y cuando me mira, sonríe. Yo no hago nada, simplemente muevo la cola y le pongo caras. Jugamos a eso, a ponernos caras, aunque no se si él lo sabe.El hecho es que estoy bien con él. Quizá hoy no tengamos para comer. Quizá no tengamos donde dormir esta noche. Pero a mi no me preocupa. Soy feliz con este señor. Él me habla, me acaricia. Algunos días incluso hasta jugamos! pero todo lo hacemos de corazón. Sé que él me quiere, y yo le quiero a él.
Llevamos años juntos. Caminando. Compartiendo un viaje que no termina nunca. Compartiendo nuestras vidas. A veces es curioso como aquél que no tiene nada puede dar tanto, y además hacerlo sin esperar nada a cambio.
 
 
 
De albert Capapey de http://albertcapapey.blogspot.com/ para colaboración entre educadores caninos en positivo

lunes, 21 de noviembre de 2011

El maltrato cotidiano y aceptado

Extraído del número 2 (diciembre 2009) de la revista REC +
Autores: Almudena Ortíz y José Luis Arias. www.dogstar.es

No es mi intención con este artículo hablar sobre castigos físicos, collares de impulsos o perros apaleados. Creo que cualquier persona sensible estará de acuerdo en que eso es maltrato, y por lo general es rechazado como algo bárbaro y resulta cuando menos incómodo hablar de ello. Sin embargo, hay otro tipo de maltrato, más sutil y que pasa desapercibido en nuestra sociedad, o que es aceptado como inevitable o incluso necesario. Se define maltrato como “trato vejatorio que ocasiona daño o perjuicio”, pero no se especifica que esto deba ocurrir con una intencionalidad, es decir, que este daño o perjuicio puede suceder sin intención de hacerlo. Por tanto, con este artículo no quiero acusar a nadie, ya que muchos de estos maltratos cotidianos se producen por ignorancia, porque no conocemos otra manera de hacer las cosas. Tampoco pretendo generalizar, si alguien se siente ofendido por alguno de los párrafos, no habré conseguido mi propósito, ya que este es abrir los ojos a una realidad que está ahí, que aunque cotidiana y aceptada es al menos cuestionable.
También me gustaría aclarar que cuando hablo de maltrato, me refiero a todo lo que produce sufrimiento o daño a nuestros perros, sea o no sea evitable y sea o no intencionado.

Eutanasia/Sacrificio
La acción de dar una muerte digna a un animal que sufre es algo loable y que refleja una sociedad avanzada y un cierto nivel cultural. Sin embargo, en ocasiones se pretende utilizar para acabar con la vida de animales que no presentan problemas de salud o cuyo tratamiento no es asumible por sus propietarios. Es más habitual de lo que se cree la visita de personas al veterinario para eutanasiar a su perro porque no puede hacerse cargo de él y le parece cruel dejarlo en la perrera, porque presenta problemas de comportamiento o porque necesita un tratamiento u operación y no está dispuesto a desembolsar ese dinero. También se dan muchos casos de camadas enteras de gente que ha cruzado a su perra irresponsablemente (o se quedó embarazada por accidente) y luego no tuvo valor para matar a los cachorros pero tampoco está dispuesta a buscarles un hogar. En cualquier caso, siempre es una opción mejor que las clásicas opciones del tiro en la cabeza, los perros ahogados en un saco o los cachorritos tirados al contenedor y triturados en el camión de la basura.

Negación de atención sanitaria
Un clásico dentro del maltrato animal y también un hecho muy aceptado y justificado es la negación de atención sanitaria a los animales de compañía. Hay personas que simplemente no están dispuestas a desembolsar dinero para los cuidados veterinarios de su perro, pero otras muchas se sienten culpables al hacerlo, por la opinión que otras personas de su entorno puedan formarse sobre ellos. El hecho de gastar dinero (o tiempo de cuidados) en un perro, todavía está mal visto incluso en una sociedad que consideramos avanzada como es la nuestra. El concepto que aún se tiene del perro en muchos grupos sociales, incluso dentro de sectores considerados cultos, hace que este se considere una herramienta o como mucho un entretenimiento o un ser vivo con el que pagar sus frustraciones o cumplir sus expectativas. Es, en cualquier caso, un ser del que obtener cosas, del que recibir. Se obvia el hecho de que también hay que dar, que no es un objeto que se conserva mientras obtenemos cosas de él pero cuando requiere cuidados, tratamientos o algún tipo de atención extra deja de compensar. Por otro lado, son habituales las críticas hacia personas que realmente se preocupan por la salud de su perro, del tipo “cómo puedes gastarte eso en un animal, habiendo gente que sufre” o “con lo que te estás gastando en el perro, te podías comprar otro”. Lo que es evidente es que los perros que viven en nuestras casas no han elegido hacerlo. Por lo tanto, ya que somos nosotros los que un día tomamos esa decisión por ellos, también somos responsables de lo que les ocurra a partir de entonces.
Sin embargo, no hace falta entrar en tratamientos muy caros o cuidados muy específicos. Simplemente, la negación de los tratamientos básicos o de prevención de enfermedades produce sufrimiento en nuestros perros que es totalmente injustificable. El hecho de no usar tratamientos antiparasitarios regularmente o poner las vacunas necesarias dependiendo de la zona, hace que los perros tengan parásitos tanto internos como externos o adquieran enfermedades perfectamente evitables.
Nuestra doble moral da lugar a situaciones totalmente absurdas, como la que se da con los perros de finca, de caza, etc. Estos son perros destinados a una utilidad específica, como es cazar o vigilar una propiedad. A menudo, estos perros no reciben las atenciones necesarias, y sin embargo los propietarios de estos animales tienen otros perros en casa que sí las reciben, ya que son considerados de compañía.
Finalmente, me gustaría poner un ejemplo sobre este tema, un caso real que sucedió en una clínica veterinaria de Madrid. Una pareja joven llega con un perro de raza grande al que había atropellado un coche. Se ven bastante afectados por el estado del perro ya que lo quieren mucho, y aunque se puede salvar necesita una operación bastante cara. Los propietarios hablan entre ellos para tomar una decisión, pero entonces la madre de uno de ellos comenta que con lo que se van a gastar en el perro perfectamente podrían comprarse la tele nueva que querían. Ganó la tele.

Entrenamiento para fines poco lícitos
Dejando a un lado el adiestramiento de perros para cuerpos de seguridad, que requieren el aprendizaje de comportamientos agresivos. Sin embargo, hay particulares que deciden provocar estos comportamientos hacia perros o personas de forma totalmente consciente para sentirse más fuertes o poderosos de igual manera que podrían comprarse un arma. En otras ocasiones, el adiestramiento para determinadas prácticas deportivas implica la manipulación del perro durante su desarrollo para conseguir que no se relacione con otros perros ni personas. Esto produce perros desequilibrados y que sufren, ya que su entorno es constantemente hostil para ellos y les produce una gran cantidad de estrés, además de que no se les permite llevar a cabo las relaciones sociales o de exploración de su entorno imprescindibles para su salud mental. Emplean toda esta energía en realizar el trabajo para el que fueron adiestrados, pero son perros que son incapaces de llevar una vida normal. En el mejor de los casos, saldrán a la calle con una correa corta, collares de castigo y bozales para poder controlarlos. En el peor, vivirán en jaulas de las que sólo saldrán para trabajar. Estos animales presentan graves problemas de salud asociados al estrés, además de lesiones producidas por estereotipias y movimientos repetitivos dentro de las jaulas o derivados del uso de castigos, y su esperanza de vida se ve bastante reducida.

Perros de trabajo
Dejando a un lado el tipo de adiestramiento al que se somete a estos perros, ya que es un tema distinto, me gustaría hacer hincapié en el tiempo que los perros pasan trabajando y después del mismo. Independientemente del trabajo que realice el perro, ya sea un espectáculo de baile o detección de explosivos, la realización de estas tareas no debería suponer un problema. Para ello, se debe haber realizado un trabajo concienzudo para enseñar a los perros no solo a realizar una tarea, si no a estar preparados para todas las circunstancias que implica: viajes, permanencia en una jaula durante tiempos prolongados, contacto con muchos tipos diferentes de personas o situaciones, etc. Por ejemplo, un perro de terapia debería sentirse cómodo con el contacto humano o el contacto físico. Además, deberían tenerse en cuenta y respetarse los tiempos de descanso y esparcimiento para que el perro pueda recuperarse de situaciones que aunque no sean negativas sí son estresantes, además de controlar a los guías que por inexperiencia o ignorancia pueden tener un manejo inadecuado de los animales. En caso contrario, se puede dar una situación de estrés crónico que produzca problemas de comportamiento y de salud. Es importante recalcar que esto debería tenerse en cuenta sea cual sea el trabajo del perro. Es muy loable la tarea de un perro que ayuda al tratamiento de niños autistas o busca explosivos, pero cuando esto supone un perjuicio para el perro empieza a ser éticamente cuestionable.

Adiestramiento
No quiero extenderme mucho en este tema, ya que daría para muchas páginas. Simplemente me gustaría señalar que es en este campo donde se da de forma más clara el maltrato cotidiano y aceptado. Todavía es común usar el castigo físico para enseñar, por mucho que se conozcan otras técnicas no punitivas. Es como un legado cultural del que no conseguimos desprendernos, el estigma de las tradiciones, el síndrome de “siempre se ha hecho así”, el miedo a aceptar que la violencia no es necesaria (con todo lo que ello implica en una sociedad en la que la violencia se usa de manera demasiado habitual). Sin embargo, aunque estas otras técnicas van calando entre profesionales y propietarios, es curioso cómo se ven adecuadas para perros de pequeño tamaño o razas “delicadas” (queda un poco raro un collar de pinchos en un yorkshire), pero no en perros grandes o de las mal llamadas razas peligrosas (la gente se siente más segura si un rottweiler pasea con collar de castigo y se le dan las órdenes con voz potente).

Humanización y superprotección
La humanización de nuestros perros es un arma de doble filo. Por una parte, es útil para que los propietarios entiendan que su perro tiene sentimientos, necesidades, etc. Esto es muy útil ya que permite empatizar con su perro y comprenderlo más fácilmente, contrarrestando las opiniones de los que consideran a los perros meros seres inferiores, simples y carentes de sentimiento o pensamientos, o incluso objetos. Sin embargo, es importante también comprender que el hecho de que los perros tengan necesidades y sentimientos no implica que sean los mismos que los nuestros.
Muchas personas tratan a sus perros como si fueran niños pequeños, y desatienden las necesidades que tienen como perros. Perros a los que se cuida mucho el pelo (peluquería, perfumes, champús especiales…) y en realidad se les están creando problemas dermatológicos, ya que un exceso de lavados o el uso de productos no destinados para ellos, no son buenos para su piel. También se les da de comer lo mejor de lo mejor… para personas. Es posible que sólo coma filetes de ternera de primera calidad, pero se están desatendiendo sus necesidades nutricionales básicas. En otras ocasiones, se alimentan con productos que pueden ser dañinos para su salud aunque sean adecuados para las personas
En muchos casos, el propietario lo usa para cubrir ciertas carencias afectivas, por lo que superprotege al animal impidiendo que vaya sin correa por si se pierde, que se relacione con otros perros por si le hacen daño, que olfatee en la calle por si se ensucia o contrae alguna enfermedad o incluso no sacándolo a la calle o haciéndolo únicamente en brazos. Estos perros sufren cada vez que salen, ya que no son capaces de relacionarse con su entorno ni con otros perros, tienen miedo a todo y en muchos casos presentan comportamientos agresivos hacia situaciones que producen ansiedad en los propietarios. Estas situaciones se generalizan, provocando que estos perros salen constantemente asustados y muy reactivos ante cualquier estímulo. Además, se vuelven excesivamente dependientes de sus dueños, dando lugar a problemas de ansiedad cuando se quedan solos y a la incapacidad de adaptarse a situaciones nuevas.

Clínicas Veterinarias
Por lo general, en la mayoría de las clínicas, al menos las que yo conozco, la práctica de la medicina Veterinaria es a la vez una actividad lucrativa pero perfectamente compatible con unos valores éticos. Aunque supongo que no es una actividad muy generalizada, he conocido algunos casos de veterinarios que abusan de la ignorancia y la buena voluntad de sus clientes, en momentos en los que los nervios y la preocupación por su animal enfermo los hace más vulnerables. Recomendar tratamientos, intervenciones quirúrgicas o ingresos en perros con enfermedades muy avanzadas y sin posibilidades de recuperación, en muchos casos no sólo es cruel con los propietarios, ya que les supone un gran desembolso económico e infunde esperanzas que no son reales, si no que aumenta o prolonga el sufrimiento del animal que de otra forma podría morir en casa y no prolongar su agonía. Sin embargo, está bien visto alargar la vida de nuestros perros (igual que se hace con las personas) porque queremos hacer todo lo que podamos por ellos y porque nos cuesta despedirnos. Parece que nos resulta cruel dejarlos morir, más que alargar su sufrimiento alguna semana más.

Intrusismo profesional
He querido incluir en este apartado a Veterinarios, educadores caninos, terapeutas de comportamiento y adiestradores. Es evidente que cada uno de ellos tiene su papel, pero esto no siempre es así. Adiestradores que hacen modificaciones de conductas para las que no tienen conocimientos, educadores o terapeutas que recomiendan medicación o Veterinarios que “recetan” collares de impulsos son muy habituales. Esto provoca que muchos perros sean tratados con medicamentos inadecuados o sin control, que se den por irrecuperables perros con problemas de comportamiento que son tratables, etc. También es demasiado habitual que algunas personas sin ningún tipo de formación ejerzan de pseudoveterinarios o pseudoadiestardores, lo cual deriva de manera casi inevitable en sufrimiento o incluso en agravamiento de los problemas que pretendían solucionar.

Maltratos genéticos
Es este uno de los temas tal vez más espinosos a tratar en este artículo. Aunque tal vez la mayoría de la gente no lo sepa, la creación de las razas de perro en un proceso en parte artificial, que aprovecha las mutaciones genéticas que se producen de manera natural en algunos perros. Por ejemplo, las patas cortas de los teckel, ejemplares albinos, etc. Estos animales que nacen con algo “diferente” son seleccionados y empleados para criar y así obtener una nueva raza o “mejorar” una que ya existe con un hocico más chato o los ojos más saltones. Cuando escribo “mejorar” lo hago entre comillas porque son mejoras relativas, desde un punto de vista de exposiciones y obtención de ejemplares más bellos. Sin embargo, a veces nos olvidamos de que los extremos nunca son buenos, y tal vez un perro con la cabeza más grande sea más bello en una exposición, pero ese cachorro cabezón tendrá serios problemas en el parto, así como la selección de perros blancos acarrea un alto porcentaje de cachorros sordos debido a esas misteriosas leyes de la genética. Y así una gran cantidad de problemas, algunos solucionables y otros no, que van a producir un sufrimiento desde el mismo momento del nacimiento si no antes.

Cría y cachorros
Realmente es difícil resistirse a esos cachorritos que nos miran desde una vitrina en un centro comercial o que hemos visto en una foto a través de internet. Y además es tan fácil entrar y comprarlo o encargarlo y que nos lo manden cómodamente a casa… Y a esos precios tan económicos, no como mi vecino, que se gastó nosecuantosmil euros en un perro igualito igualito. A todos nos ha pasado, incluyo yo he tenido la tentación de llevarme alguno a casa, pero a la vez me ha hecho plantearme muchas dudas. ¿De dónde salen tantos cachorros? ¿Cómo pueden tener algunas tiendas cachorros de tantas razas distintas? ¿Por qué vienen en condiciones tan lamentables?
La mayoría de estos perros vienen de granjas de perros (y hago hincapié en lo de granjas, no estoy hablando de criadores profesionales) donde el único interés es el beneficio económico. Las madres son explotadas y crían en cada celo (unas dos camadas al año). Los cachorros les son retirados lo más pronto posible para que entren en celo de nuevo, privando por tanto a los cachorros de los cuidados maternos y la alimentación adecuada. Por otra parte, las madres no están en buenas condiciones, ya que cada gestación es un gran gasto energético y no se les permite recuperarse entre ellas, lo que produce graves carencias, lo que unido a una mala alimentación para abaratar costes da lugar a cachorros con problemas nutricionales, escasamente desarrollados. Estas granjas suelen estar aisladas, de manera que los cachorros pasan sus primeros días de vidas hacinados en jaulas y sin contacto con el exterior ni con personas, sin cuidados veterinarios, llenos de parásitos. En muchas ocasiones los cachorros proceden de fuera de España, por lo que hay que transportarlos hasta aquí. Esos viajes de varios días en furgonetas sin ventilación y en condiciones lamentables, provocan la muerte de muchos de ellos, y los que sobreviven llegan enfermos, desnutridos y con altísimos niveles de estrés. Después de eso, solo les queda esperar en una urna a que alguien se encapriche de ellos o que se hagan demasiado mayores para poder venderlos. Cuando llegan a su nueva casa, presentan graves problemas de salud, muchos mueren durante los primeros días (y en la tienda te lo cambian por otro, como si fuera un microondas) y la inmensa mayoría tiene problemas de comportamiento causados por unos primeros meses de vida traumáticos, madres con altos niveles de estrés durante la gestación y carencias nutricionales durante su desarrollo.

Mutilaciones
El corte de orejas y de rabo es totalmente aceptado en determinadas razas, y hasta hace poco en muchas era un requisito para presentarlas a exposiciones de belleza. Entiendo que en algún momento de la historia, cuando cada raza se usaba para un cometido, estas mutilaciones se hacían con un determinado fin, como que los perros de raza no se dañaran los rabos con la maleza produciendo heridas problemáticas o que los perros de guarda parecieran más fieros. Sin embargo, en la actualidad, la mutilación por motivos estéticos, para que un doberman parezca un doberman o porque si mi cocker tiene rabo la gente pensará que no es de raza, no tiene ninguna justificación.
Otro punto a tener en cuenta son las castraciones que se realizan de manera habitual tanto en machos como en hembras sin que existan problemas médicos. Se hace unas veces por evitar embarazos no deseados, y en otras por intentar solucionar problemas de comportamiento. Creo que en un país donde tantos miles de perros son abandonados cada año, la castración sistemática es un mal menor, aunque suponga una mutilación siempre será mejor que encontrarse con una camada no deseada de cachorros a los que es posible nunca se les encuentre un hogar. Sin embargo, hacerlo por problemas de comportamiento es una salida que en ocasiones se toma como solución, y sin embargo no siempre funciona, es más, en determinados casos puede empeorar el problema.

Extraído del número 2 (diciembre 2009) de la revista REC +
Autores: Almudena Ortíz y José Luis Arias. www.dogstar.es


lunes, 14 de noviembre de 2011

Tenemos respuesta desde Royal Canin

Desde Royal Canin

Respuesta:

Agradecemos tus comentarios sobre el curso de Educación y sentimos profundamente que haya aspectos que te desagraden.

Hemos pedido explicaciones a los veterinarios y etólogos de la empresa Asis Veterinaria a los que encargamos los textos, pues nosotros no somos especialistas en esa materia.

De momento hemos pedido modificar ciertas frases referentes a la agresividad pues nos parece completamente razonable tu disconformidad ante las mismas.

En otros aspectos estamos a la espera de la respuesta de los profesionales.

Muchísimas gracias.
Centro de Relación con el Cliente




El  escrito que se envió.

Desde Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo a

Comunidad canina GUAU de Royal Canin


Estimados señores,

Les escribo en relación con el curso gratuito online del cachorro que tienen en su comunidad canina Guau.

Quisiera felicitarles por dos cosas, lo primero por indicar en varias ocasiones que el maltrato físico no debe usarse y lo segundo, por el primer apartado del curso “El cachorro llega a casa”.

Sin embargo, me temo que tengo muchas cosas que objetar sobre el resto del curso:

En el segundo apartado, tengo que remitirles a la psicología y a las teorías de condicionamiento, lo primero para que rectifiquen cuando dicen que el “refuerzo positivo es un método” sino que se trata, de forma muy resumida, de “un premio”. Un refuerzo positivo consiste en el uso de un estímulo (por lo general, positivo) que produce que la conducta se repita. Por otro lado, definen refuerzo negativo de forma incorrecta. La definición que dan (retirada de algo agradable para hacer desaparecer una conducta) es realmente la de “castigo negativo”. Un refuerzo negativo (según la psicología y las teorías de condicionamiento) se da cuando la conducta consigue hacer desaparecer un estímulo aversivo o negativo. Por lo general, los refuerzos negativos se traducen en conductas de evitación o escape.

Sobre el tercer apartado, de las funciones básicas, vías de aprendizaje y asociación, les recomiendo de nuevo que estudien las teorías del aprendizaje, pero alguna un poco más moderna. ¿Por qué no aconsejan a los dueños de cachorros y perros en general que intenten adelantar situaciones en vez de reprender? La mayoría de las ocasiones en las que se reprende, castiga o regaña a un perro por hacer algo mal (que me gustaría que me definieran qué es hacer algo mal) se hace por culpa nuestra, por dejarles algo que no debemos a su alcance, por no haber sabido anticipar qué iba a pasar. ¿No será mejor enseñar al perro qué esperamos de él, en vez de regañar? Esa actitud solo generará perros con poca iniciativa y siempre pendientes de cómo vamos a actuar para ver si hacen algo o no, perros con miedo. ¿Es realmente eso lo que quieren? Muy señores míos, los perros son seres vivos, no robots.

El cuarto apartado, titulado agresividad es el que más me ha sorprendido. ¿Me podrían decir de dónde han sacado la frase “la agresividad forma parte de la naturaleza innata de los perros”? Me gustaría saberlo para remitir al autor varias fuentes que dicen y demuestran todo lo contrario. Los perros son seres pacíficos y sociales, expertos en evitar conflictos. Hablan también de actitudes dominantes (que por favor, necesito que me especifiquen ya que si no existe la “dominancia” entre los lobos, ¿cómo existirá entre los perros?) y de reprenderlas. Los gruñidos no son una forma de agresividad, es una forma de comunicación y si la castigamos, la hacemos desaparecer, solo conseguiremos que el perro muerda sin avisar. Un perro gruñe no por interés, sino porque estamos siendo incorrectos. Es nuestra obligación decirle que no suponemos un peligro y que no pasa nada si nos acercamos a su comida o cogemos su juguete. Mirar a un perro directamente a los ojos es intimidatorio, no tiene nada que ver con sumisión o dominancia, simplemente, les molesta. Les aconsejo modernizarse en este apartado y, por supuesto, cambiar el título. No existe la agresividad, sino, reactividades o conductas agresivas. No existe la dominancia, sino perros incomprendidos con altas dosis de estrés debido a nuestros errores.

Sobre el quinto apartado, relacionado con el marcaje y la orina, solo quisiera apuntarles que si regañan a un cachorro cuando le pillan “in fraganti” evacuando lo único que pueden conseguir es que la próxima vez lo haga a escondidas, sin que le veamos para que no le regañemos.

Muy señores míos, por el bienestar físico y mental de los perros, ruego modifiquen el curso on line gratuito de educación de cachorros. Dense cuenta de que muchos propietarios seguirán sus consejos y solo estarán creando perros con problemas.

Un saludo desde Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo
http://colaboracionentreeducadorescaninos

lunes, 7 de noviembre de 2011

Carta de un particular

Intentó dejarlo como post pero claro, no pudo y como comentario iba a ser demasiado largo, así que, nos lo remitió por mail. Ella nos da las gracias. Nosotros la admiramos y a su vez la damos las gracias. El fin último de todo este proyecto es poder llegar a gente como ella, que el cuidador de a pie deje de creerse lo que ve por la TV o en el parque y piense que lo que tiene al lado es un ser vivo al que respetar. 
GRACIAS MARÍA, DUJO, CHAMPA Y PIKA


Antes de empezar debo decir que no soy educadora, soy propietaria de perros y gato intentando lograr que los peques tengan una buena calidad de vida; sin embargo, me gustaría aportar mi granito de arena en esta iniciativa. Quiero animar a sus creadores a que luchen porque esta idea salga adelante y, sobre todo, felicitarles por crear un espacio donde compartir "positivamente" cosas perrunas.


Hace unos 8 años llegó a mis manos un perrillo bastante especial. Lamentablemente era un perrillo con grandes y graves desequilibrios más que por experiencias vividas, por experiencias no vividas. A lo largo de estos 8 años hemos ido viviendo y compartiendo juntos distintas etapas, pero en todas ellas siempre hemos tenido tres grandes interrogantes: a qué profesional acudir, dónde encontrarlo y qué herramientas utilizar.


Sí, sin lugar a dudas esta ha sido una parte dificil. En mi caso simplemente una acogida se convirtió en adopción, pero no tenía ni idea de perros y el perro que adopté tenía fobias para aburrir. Evidentemente no sabes por dónde tirar, asi que empiezas a contactar con """""profesionales""""" y lo pongo muy muy entrecomillado porque madre mia los profesionales que andan sueltos por ahí...


Me he ido a lo largo de estos años acercando al positivismo (estoy en proceso de aperender a aplicarlo correctamente), pero ojalá hubiera llegado antes a él. Por el camino hemos ido utilizando medios y técnicas que sin lugar a dudas deberían estar prohibidos (y no hablo de pegar al animal) que lo único que hacen es perjudicar a los bichillos y encima no solucionan nada...Y te lo recomiendan los """"profesionales""""...


¿Por qué os cuento todo esto? Porque la iniciativa de Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo me parece fantástica. Esta iniciativa debería ser impulsada por todos nosotros, debe tomar fuerza, darse a conocer por todos los sitios. Debería ser un lugar de integración de todas las personas que trabajáis teniendo como principal objetivo la consideración del animal, su bienestar y el empleo de métodos para modificar la conducta que no atenten contra el animal. Colaborando entre todos, os enriquecéis entre vosotros, pero además, de cara a propietarios como yo, es una gran alternativa puesto que de este modo, muchos perros no tendrán que pasar por manos de profesionales que o bien físicamente o bien psicológicamente maltratan al animal. De este modo cuando un propietario tenga problemas con su perro, puede saber donde acudir, dónde contactar con todos vosotros y aprender de las múltiples herramientas en positivo. Si la gente sólo tiene como referente aquello que ve en la televisión, entonces cada día irán aumentando los traumas y comportamientos indeseados y lo peor, es que cada día habrá más animales incomprendidos y llenos de sufrimiento. Y esto no podemos permitirlo.


Por tanto, os animo a todos los educadores en positivo que deis a conocer vuestra forma de trabajar, vuestras opiniones y que tal y como estáis haciendo (por ejemplo en el post del curso gratuito para cachorros), advirtáis a los propietarios de los peligros que supenen el empeleo de determinados métodos, técnicas y herramientas que de forma común se vienen usando. De esta manera todos mejoraremos, pero sobre todo, y lo que es más importante, conseguiremos que nuestros leales compañeros de cuatro patas tengan una vida digna.


Gracias a todos y mucho ánimo en estos comienzos. Muchos saludotes, de María, Dujete, Champi y Pika.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Curso on line de educación del cachorro Royal Canin

De momento hemos enviado este escrito, en cuanto nos contesten os lo comunicaremos.

Desde Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo a

Comunidad canina GUAU de Royal Canin

Estimados señores,
Les escribo en relación con el curso gratuito online del cachorro que tienen en su comunidad canina Guau.
Quisiera felicitarles por dos cosas, lo primero por indicar en varias ocasiones que el maltrato físico no debe usarse y lo segundo, por el primer apartado del curso “El cachorro llega a casa”.
Sin embargo, me temo que tengo muchas cosas que objetar sobre el resto del curso:
En el segundo apartado, tengo que remitirles a la psicología y a las teorías de condicionamiento, lo primero para que rectifiquen cuando dicen que el “refuerzo positivo es un método” sino que se trata, de forma muy resumida, de “un premio”. Un refuerzo positivo consiste en el uso de un estímulo (por lo general, positivo) que produce que la conducta se repita. Por otro lado, definen refuerzo negativo de forma incorrecta. La definición que dan (retirada de algo agradable para hacer desaparecer una conducta) es realmente la de “castigo negativo”. Un refuerzo negativo (según la psicología y las teorías de condicionamiento) se da cuando la conducta consigue hacer desaparecer un estímulo aversivo o negativo. Por lo general, los refuerzos negativos se traducen en conductas de evitación o escape.
Sobre el tercer apartado, de las funciones básicas, vías de aprendizaje y asociación, les recomiendo de nuevo que estudien las teorías del aprendizaje, pero alguna un poco más moderna. ¿Por qué no aconsejan a los dueños de cachorros y perros en general que intenten adelantar situaciones en vez de reprender? La mayoría de las ocasiones en las que se reprende, castiga o regaña a un perro por hacer algo mal (que me gustaría que me definieran qué es hacer algo mal) se hace por culpa nuestra, por dejarles algo que no debemos a su alcance, por no haber sabido anticipar qué iba a pasar. ¿No será mejor enseñar al perro qué esperamos de él, en vez de regañar? Esa actitud solo generará perros con poca iniciativa y siempre pendientes de cómo vamos a actuar para ver si hacen algo o no, perros con miedo. ¿Es realmente eso lo que quieren? Muy señores míos, los perros son seres vivos, no robots.
El cuarto apartado, titulado agresividad es el que más me ha sorprendido. ¿Me podrían decir de dónde han sacado la frase “la agresividad forma parte de la naturaleza innata de los perros”? Me gustaría saberlo para remitir al autor varias fuentes que dicen y demuestran todo lo contrario. Los perros son seres pacíficos y sociales, expertos en evitar conflictos. Hablan también de actitudes dominantes (que por favor, necesito que me especifiquen ya que si no existe la “dominancia” entre los lobos, ¿cómo existirá entre los perros?) y de reprenderlas. Los gruñidos no son una forma de agresividad, es una forma de comunicación y si la castigamos, la hacemos desaparecer, solo conseguiremos que el perro muerda sin avisar. Un perro gruñe no por interés, sino porque estamos siendo incorrectos. Es nuestra obligación decirle que no suponemos un peligro y que no pasa nada si nos acercamos a su comida o cogemos su juguete. Mirar a un perro directamente a los ojos es intimidatorio, no tiene nada que ver con sumisión o dominancia, simplemente, les molesta. Les aconsejo modernizarse en este apartado y, por supuesto, cambiar el título. No existe la agresividad, sino, reactividades o conductas agresivas. No existe la dominancia, sino perros incomprendidos con altas dosis de estrés debido a nuestros errores.
Sobre el quinto apartado, relacionado con el marcaje y la orina, solo quisiera apuntarles que si regañan a un cachorro cuando le pillan “in fraganti” evacuando lo único que pueden conseguir es que la próxima vez lo haga a escondidas, sin que le veamos para que no le regañemos.
Muy señores míos, por el bienestar físico y mental de los perros, ruego modifiquen el curso on line gratuito de educación de cachorros. Dense cuenta de que muchos propietarios seguirán sus consejos y solo estarán creando perros con problemas.
Un saludo desde Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo
http://colaboracionentreeducadorescaninos.blogspot.com/

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿Puedo adiestrar a mi perro como lo hacen en la TV?

El Domingo, 16 de octubre de 2011 a las 18:00 Realitys vs Vida Real ¿Has visto alguna vez el programa "El Gran Perdedor"? Es un reality show en el que gente con sobrepeso compite a ver quién pierde más peso y así ganar enormes premios en metálico.
Semana tras semana, el programa muestra a los competidores corriendo, haciendo pesas, sudando, trepando y cuidando lo que comen, terminando cada episodio con un viaje a la báscula para mostrarnos cuántos progresos han hecho. Muchos de nosotros podemos contar todas las vicisitudes por las que pasan, los alabamos por cada meta que consiguen. Nadie cree que conseguirían esos impresionantes resultados sin tantos esfuerzos. Entonces, ¿por qué tanta gente está dispuesta a creer que el adiestramiento y la resolución de problemas de comportamiento de los perros, tan duraderos como complejos como los que los participantes encaran en "El Gran Perdedor" pueden solucionarse en un simple episodio de televisión? ¿Resuelto en 60 segundos? La realidad es que un buen trabajo de adiestramiento conlleva esfuerzo, un alto grado de coherencia y toneladas de compromiso. Como en cualquier programa de mejoramiento, lleva tiempo y esfuerzo practicar los ejercicios hasta tener la suficiente fluidez para conseguir los resultados deseados.
Aunque algunos problemas pueden resolverse con pequeños cambios menores en el manejo, la mayoría de los problemas de adiestramiento o comportamiento conllevan algo más de esfuerzo. Verás numerosos programas de adiestramiento en TV en los que graves problemas parecen "curados" en pocos minutos mediante el cambio de postura corporal por parte del propietario del perro o articulando una sílaba en particular de una cierta manera. Pero en la realidad, ¡los problemas graves de comportamiento o de adiestramiento no se van así de fácil en unos minutos!. Sé crítico Todos los programas de adiestramiento televisivos tienen puntos buenos y otros no tan buenos mezclados entre sí. Depende de tí la decisión de qué conservar, qué desechar de esos consejos, y que recomendaciones atesorar de esos programas. Aquí hay varios puntos a tomar en cuenta para evaluar cada episodio: No intentes esto en casa. Si el programa de adiestramiento televisivo que estás viendo comienza con este aviso, ¡tómatelo en serio!.
Algunos entrenadores conocidos de la TV muestran magníficas habilidades manejando al perro, lo que no significa que te las puedan transmitir exitosamente a través de las ondas, y esto desemboca en que puede que no consigas los mismos resultados que ellos en casa. Pregúntate si te sientes cómodo haciendo lo mismo, o mejor, piensa que lo tenga que hacer un niño. Fíjate también en que si el adiestrador o el propietario de la tele resultan mordidos o heridos al hacerlo durante la sesión, quizá no sea una técnica que quieras intentar estando solo.¡Lo que vale para uno no necesariamente vale para todos!
El mismo problema de comportamiento o de entrenamiento puede tener muchas causas diferentes, y por ello, muchas diferentes soluciones. Así que, si no eres un experto adiestrador, no puedes determinar si la cura milagrosa que estás viendo en la tele se puede aplicar a tu perro, y no puedes determinar que tu manera de llevar a cabo esa técnica sea tan efectiva como la que has visto en el (tremendamente retocado) programa de televisión. ¿Cuántas "tomas" puedes repetir en la vida real? El sonido del silencio. Cuando estés viendo el programa en la tele, quita el sonido para que no te influyan los comentarios que se escuchan, la música dramática y demás sonidos que te puedan afectar. Simplemente observa a los perros. ¿Te parece que estén participando involucrados en el proceso o están estresados, asustados o peor aún, siendo dañados? ¿Al final el resultado muestra un perro alegre, colaborador y amistoso o uno apagado y "rendido"? Observando estas señales de esta forma, puedes tomar mejores decisiones sobre si ese método que estás viendo es el que deseas para tí y tu perro.¡Todo rueda en torno a mí! Mucha gente se maravilla de cómo logran influenciar el comportamiento de sus perros de tal manera.
Observa el programa cuidadosamente y fíjate en cuánto están aprendiendo los propietarios de los perros. Con instrucciones apropiadas, cualesquiera que sean las metas conseguidas que puedan mantenerse una vez que el adiestrador se ha ido y los créditos aparecen en pantalla. ¡Avergonzar y abroncar a los humanos tampoco cuenta!
Un buen adiestrador o educador canino, enseñará a los humanos en un entorno libre de enjuiciamientos sin crear culpabilidad u otros sentimientos negativos.¡Hay algo bueno en esto!
La mayoría de perros de compañía estadounidenses no hacen suficiente ejercicio, así que, animar a la gente a realizar más actividades con sus perros fuera de casa es algo bueno. Solo hay que recordar que inmensas cantidades de ejercicio no solucionan los problemas realmente, solo los enmascaran dejando exhausto al pobre animal.
Muchas mascotas no tienen vidas suficientemente estructuradas, al menos de una forma que ellos puedan comprender. El no saber dónde encaja en la familia puede provocar comportamientos indeseados por parte de tu perro.
Trabajar con un experto educador puede hacer que consigas hacer llegar el mensaje correcto a tu perro de manera que lo entienda. ¡La buena comunicación nos hace a todos más felices! Como con todo lo que veas en la tele, recuerda tener en mente que estos programas están hechos para entretener a la audiencia. Mientras los veas, es importante que mantengas ojos, oídos y mente abiertos.
Que vean regularmente el canal de National Geographic o el canal cultural no será un buen sustituto de una sólida educación para tus hijos, pasa lo mismo con los programas de adiestramiento de la TV.
Analiza estos programas con ojo crítico y asegúrate de debatir lo que veas con tu educador canino preferido; tú y tu perro seréis felices si lo haces así.
 
 
 
Traducido por Virginia Millares de www.damelapatita.com del original : http://www.apdt.com/petowners/articles/docs/APDT_tv.pdf
cedido a Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo

jueves, 20 de octubre de 2011

Collar antiladrido Carrefour

Collar antiladrido articulo de Carrefour
  
Desde Educadores Caninos en Positivo
Estimados señores, Les contacto para comunicarles mi más absoluta repulsa y decepción con el artículo "Collares antiladrido" de su revista on-line "Huellas".
Ya que para explicarles todo lo que quisiera explicar no hay espacio suficiente, solo decirles que los collares de este tipo sean de citronela, vibración o de descargas eléctricas SI son molestos, igual que lo son los tirones de correa.
Además, una gran desventaja que tienen es que el mismo movimiento de las cuerdas vocales que producen la activación del collar, lo hace cualquier tipo de sacudida de la cabeza del perro, por lo que al final está recibiendo castigos (sin entrecomillar) por cualquier cosa, no solo por ladrar y ya que los perros aprenden por asociación, ¿quién les dice que en el momento que recibe el estímulo molesto no asocia que procede de algo que no nos interesa?.
El ladrido excesivo es un problema, cierto, pero el mayor problema no es el ladrido en sí mismo, sino intentar extinguirlo con métodos coercitivos que a la larga producirán mayores efectos secundarios evidentemente no deseados y lo que es peor, no esperados. En cualquier terapia del comportamiento hay que tratar el origen, no poner parches (y aunque recomienden una terapia, los parches en forma de castigo no deberían estar aceptados) ya que intentan cada día ofrecer más productos ecológicos en sus tiendas, ya que intentan fomentar la ecología y el reciclaje, ya que en su apartado de Huellas tienen un hueco para las adopciones y ahora tienen en curso su iniciativa "Huellas Solidario" les rogaría que buscaran un profesional del sector del perro que huyera de cualquier tipo de castigo físico o psicológico, ya que eso redundaría en la admiración de amantes de los animales como la clienta que les escribe.
En espera de su respuesta, reciban un saludo.
 
 
Desde Carrefour
Estimada Sra:
En primer lugar, desearíamos darle las gracias por haber tomado la iniciativa de escribirnos a cuentaseloacarrefour@carrefour.com
Le agradecemos que se haya tomado la molestia de poner en nuestro conocimiento sus comentarios sobre el uso de los collares antiladridos. En Carrefour estamos siempre encantados de escuchar las opiniones de nuestros clientes, pero lamentablemente no es posible en todas las ocasiones satisfacer a todos al mismo tiempo.
Asimismo, le indicamos que hemos procedido a dar traslado de su correo al departamento correspondiente para que pueda ser tenido en cuenta en la medida de lo posible.
Quedamos a su disposición para cualquier otro asunto que desee comunicarnos Atentamente Centro de Atención al Cliente Grupo Carrefour

El articulo sigue publicado

miércoles, 19 de octubre de 2011

NUESTRO MANIFIESTO

Nuestra intención es que la metodología llamada "en positivo" se reconozca como el trabajo respetuoso con los perros, sin correcciones ni castigos.
Queremos seguir con el manifiesto que tienes a continuación, añadiendo motivos para el reconocimiento de esta metodología como EN POSITIVO.
Deja tus ideas para continuar desarrollando este proyecto.
¡Gracias!



Como dice Emily Larlham en su “Manifiesto del Adiestramiento por Refuerzo Progresivo”, hace falta una nueva definición o bien, simplemente una re-definición de lo que son el adiestramiento y la educación en positivo.

La educación y el adiestramiento en positivo no consisten únicamente en el uso indiscriminado de salchichas o en felicitar verbalmente al perro mientras le sonreímos, sino que se construye sobre las siguientes premisas:

- Respeto de la integridad física y emocional del perro. Rechazamos cualquier tipo de trato despectivo, (“solo es un perro”), abusivo o vejatorio. El perro es un ser vivo, un animal, igual que nosotros, con sentimientos, emociones y cognición y por ello nunca debe ser maltratado.

- Permitir, en la medida de lo posible, que siempre es más de lo que normalmente hacemos, que el perro sea perro. Si bien es cierto que en la sociedad actual es difícil satisfacer adecuadamente sus necesidades (por tiempo, por espacio, por limitaciones legislativas municipales, autonómicas o estatales) siempre podemos intentar que esa satisfacción llegue, al menos, al máximo posible: debemos permitirles ser lo que son, perros.

- Satisfaceremos sus necesidades físicas (alimento, bebida, evacuación, atención veterinaria, etc..), sociales (le permitiremos relacionarse con sus congéneres y disfrutaremos de su compañía sin afinarlos ni confinarlos lejos de nosotros), así como las necesidades mentales (asimilaremos que los paseos son para su disfrute y procuraremos tener ratos de esparcimiento en distintos entornos en los que pueda explorar nuevos estímulos)

- Uso de refuerzos positivos y castigos negativos: todo comportamiento que obtiene una recompensa tiende a repetirse, y aquel que no la recibe, tiende a extinguirse. En ningún caso usaremos castigos positivos, ya sean de tipo físico o psicológico.

- No usamos correcciones ni castigos, ni tampoco aparatos o herramientas de tortura, mal llamadas educativas, como collares de ahogo, collares de pinchos o collares eléctricos. Para nosotros es más fácil construir guiando al perro hacia lo que esperamos de él que cortando iniciativas. La proactividad (adelantar situaciones) es una de las bases de la educación en positivo: si somos proactivos no necesitaremos corregir. Y si no reforzamos al perro, ya buscará él la opción que le reportará beneficios, como podría ser nuestra atención (cosa que sí recibe con muchos castigos positivos, que, por lo tanto, se convierten en justo lo contrario de lo que se pretende con ellos y refuerzan el comportamiento que queremos corregir). Consideramos que lo que el perro aprende bajo presión no es aprendizaje, ya que en una situación de presión real seguramente el perro no obedezca porque, en realidad, lo que ha aprendido es a evitar las consecuencias de no obedecer, no la orden que nosotros creemos haberle enseñado.

- Fomento de un vínculo sano entre cuidador y perro. Consideramos a nuestros perros compañeros, nunca subordinados. No ordenamos, pedimos, ya que si hemos conseguido que nuestro perro disfrute haciendo actividades con nosotros, siempre estará dispuesto a colaborar.

- No someteremos al perro a situaciones que por sí mismo todavía no sabe gestionar, bien porque no las conoce o porque no ha sido debidamente enseñado para soportar esa presión.

- Fuerte trabajo de empatía, esto es, ponerse en el lugar del perro. Implica tener en cuenta su estado fisiológico y psicológico en cada momento, estar pendiente de las posibles muestras de estrés que de y actuar en consecuencia.

- Cada perro es un ser único e individual, condicionado por un entorno particular que en gran parte, así mismo, condicionará su comportamiento. Por ello, no existen "recetas" para solucionar los problemas salvo la premisa del respeto a su integridad física y psíquica.

- Leemos al perro, y aunque tenemos en cuenta los distintos gestos que aparecen en la literatura convencional (posición de orejas, belfos, lomo, cola, etc..) para nosotros tienen gran importancia las denominadas señales de calma que, explicado brevemente, es la comunicación gestual que usan los perros para decir que algo es molesto o les incomoda. Estas señales van desde un bostezo a un leve pestañeo.

- No creemos en las pseudoteorías sobre la dominancia, tan extendidas en el mundo del perro, que justifican la violencia y la intimidación para convertir al humano en el "líder" de la manada. Los perros, como tantos otros animales sociales, prefieren la colaboración en vez de la confrontación y no necesitamos mostrarles constantemente nuestro lugar dentro del grupo ya que somos nosotros, de hecho, quienes ya controlamos y elegimos cómo se reparten los recursos.

- No usamos las extensas clasificaciones de tipo de agresividad. En principio, lo son entre ellos o hacia humanos, ya que bajo la mayoría de las agresividades (o reactividades) subyacen problemas de miedo y estrés.

Los educadores en positivo no dejamos que los perros hagan lo que les da la gana. En todo grupo social siempre hay unas normas que han de ser respetadas. La diferencia es que nuestras normas son coherentes, intentan estar de acuerdo con la naturaleza del perro y se enseñan desde el respeto.

NUESTRO MANIFIESTO por Emociones Caninas y Molgreldog Educación para (Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo)

ACLARANDO CONCEPTOS

Existe un tipo de adiestramiento de perros que no implica ninguna forma de intimidación, confrontación, violencia, reprimendas, o dominación.
Este tipo de adiestramiento no basado en la violencia ha pasado por muchas denominaciones: “Adiestramiento con clicker”, “Adiestramiento en Positivo”, “Adiestramiento con Refuerzo Positivo”, y “Adiestramiento con Premios”, entre otros. Las definiciones anteriores se han utilizado tan alegremente en los últimos años que han perdido su significado original.

Y ¿Cómo ha sucedido esto? Adiestradores que utilizan métodos de presión pueden incorporar un clicker para marcar el comportamiento deseable y se refieren a sí mismos como un “Adiestrador con Clicker.” Los entrenadores que utilizan métodos dolorosos o intimidatorios pueden incluir premios de comida o un juguete en su adiestramiento y se refieren a sí mismos como ”Adiestradores con premios” o “Adiestradores por Refuerzo Positivo”. Es muy posible que personas soliciten los servicios de un adiestrador que dice ser “positivo”, para después descubrir que ese adiestrador utiliza la violencia física hacia los perros.
Reivindicamos el termino "POSITIVO" como lo que su nombre define positivo, sin corrección sin intimidación, nosotros usamos lo que se denomina como castigo negativo y como todo tambien se debe mencionar, que no es otra cosa que la retirada de atención al perro sin intimidación ni malos rollos entre nosotros y el perro. Entonces nuestra metodologia base consiste en el refuerzo positivo que es recompensar las buenas acciones y en el castigo negativo que es retirar algo bueno como nuestra atención.
Acompañamos esta metodologia con el lenguaje canino o conocidas como señales de calma, con una comunicación directa entre el perro y el humano.
Dejamos que el perro sea perro y que por el mismo aprenda a gestionar las situaciones teniendo siempre en cuenta su estado emocional.

Fragmento de "Progressive Reinforcement Training Manifest" by Emily Larlham, adaptado para (Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo)

Manifiesto por refuerzo progresivo

Manifiesto del adiestramiento por refuerzo progresivo

La necesidad de una nueva definición:

Existe un tipo de adiestramiento de animales que no implica ninguna forma de intimidación, confrontación, violencia, reprimendas, o dominación.
Este tipo de adiestramiento no basado en la violencia ha pasado por muchas denominaciones: “Adiestramiento con clicker”, “Adiestramiento en Positivo”, “Adiestramiento con Refuerzo Positivo”, y “Adiestramiento con Premios”, entre otros. Es necesario un término más específico, más preciso, y más ajustado a la realidad. Las definiciones anteriores se han utilizado tan alegremente en los últimos años que han perdido su significado original. ¿Cómo ha sucedido esto? Adiestradores que utilizan métodos de presión pueden incorporar un clicker para marcar el comportamiento deseable y se refieren a sí mismos como un “Adiestrador con Clicker.” Los entrenadores que utilizan métodos dolorosos o intimidatorios pueden incluir premios de comida o un juguete en su adiestramiento y se refieren a sí mismos como ”Adiestradores con premios” o “Adiestradores por Refuerzo Positivo”. Es muy posible que personas soliciten los servicios de un adiestrador que dice ser “positivo”, para después descubrir que ese adiestrador utiliza la violencia física hacia los animales.

.Propongo un nuevo término que los adiestradores y público en general puedan utilizar para referirse a este tipo de formación moderna -un sistema de adiestramiento que no sólo es humano, compasivo y seguro, sino que también se basa en los últimos estudios científicos-. Debido a que este tipo de adiestramiento constantemente incorpora los últimos hallazgos científicos es más fiable, y porque promueve un progreso evolutivo hacia una relación más armoniosa entre el hombre y los animales que viven con ellos, se define como:

Adiestramiento por Refuerzo Progresivo

Adiestramiento por Refuerzo Progresivo significa:

1) Adiestramiento recompensando las conductas deseables, por lo que será más probable que ocurran en el futuro, al tiempo que se evita el refuerzo de las conductas que son indeseables.
Un ejemplo: Dejar que un perro camine hacia adelante, mientras que la correa queda floja para oler un arbusto como recompensa por no tirar, sin dejar que el perro alcance el arbusto si la correa se tensa (por lo que tirando de la correa no se ve recompensado).Otro ejemplo: Si estás entrenando a tu perro para saludar a los invitados con cortesía, en primer lugar reforzar al perro con calma por mantener las cuatro patas en el suelo (sin saltar) en estas situaciones, y luego, cuando el perro salta quitar su atención brevemente (dando la espalda). Sin embargo, si simplemente tratamos de enseñar a un perro a no saltar girando lejos del perro varias veces sin recompensa, para él las decisiones correctas pueden ser frustrantes. Si el perro se da cuenta de que el salto no está recibiendo la atención intentará una conducta alternativa, sin embargo, es más probable que intente saltar más alto, ladrar, lloriquear, y morder parado o sentado para llamar la atención. Al recompensar al perro por lo que usted quiere que haga le damos al perro un comportamiento alternativo y correcto para realizar cuando lo que está haciendo no está funcionando.

Ejemplos de premios: Ten en cuenta que es el animal quien elige lo que le es gratificante, no el adiestrador. Esto significa que si le das a tu perro un premio por sentarse, luego pide que se siente otra vez y él no se sienta, es muy probable que el perro no encuentra el premio lo suficientemente  gratificante. Otras cosas a tener en cuenta son que las recompensas no serán efectivas si el perro está lleno, o
el animal se encuentra estresado.

2) La interrupción y la prevención de comportamientos indeseables sin intimidación física o psicológica, así como gratificar una respuesta alternativa (la creación de un comportamiento correcto que sustituya al incorrecto).
Un ejemplo: Si quieres entrenar a un perro para que no se tumbe en el sofá, lo primero es enseñar al perro a hacer lo que queremos. Es decir, entrenarlo para ir a acostarse a su cama en lugar de al sofá. Luego, cuando el perro trate de ir en el sofá, se le puede interrumpir y redirigir al lugar apropiado (su cama), de modo que subir al sofá queda sin refuerzo. Durante el proceso de formación también se utilizan la gestión y la prevención: si estamos lejos de la casa, bloquearemos el acceso del perro al sofá, ya que es probable que elija a tumbarse en él y será reforzado para hacerlo en nuestra ausencia.
Se puede interrumpir un comportamiento no deseado de un animal para que no se auto-refuerce sin usar la intimidación física o mental. Para ello, se puede entrenar al animal para responder a una señal de atención o un recuerdo, algo que significa “deja de hacer lo que estás haciendo mírame”, o “deja de hacer lo que estás haciendo y ven aquí inmediatamente”.

Un ejemplo de adiestramiento básico: “sonido que significa atención e interrupción de lo que se está haciendo”.
Ten en cuenta que si no no haces caso al perro y sólo le prestas atención cuando está realizando un comportamiento no deseado, estarás adiestrando para hacer exactamente lo que no deseas al proporcionar la atención cada vez que se produce el comportamiento erróneo. Así que el objetivo es premiar a los animales las respuestas alternativas a las mismas situaciones en relación con la interrupción y la prevención de los comportamientos indeseables.
Ejemplo: Si su perro te roba los calcetines y corre con ellos alrededor de la casa con ellos para conseguir su atención, tienes que reforzar al perro con tu atención cuando está en calma y no hace nada. Cuando tu perro está tranquilamente tumbado a tus pies en silencio es cuando se le debe reforzar con más atención que cuando sale con la ropa interior corriendo.

3) Debemos tener en cuenta el estado emocional del perro y los niveles de estrés.Los adiestradores que empleamos el Refuerzo Progresivo leemos el lenguaje corporal del perro para detectar signos de estrés o excitación y ajustar el enfoque e intensidad del adiestramiento en consecuencia.

Ejemplo: Evitar al perro la situación de estrés en la que un niño le está  molestando.

4) La socialización y la enseñanza de un animal para hacer frente a su entorno mediante el refuerzo.También se puede utilizar el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo para socializar y enseñar a un animal a hacer frente a su entorno dejando que experimente situaciones de baja intensidad o no estresantes, en las que el animal pueda tener éxito y ganar premios por realizar la conducta deseada. A continuación, se pueden aumentar la dificultad y las distracciones, con el objetivo de que el perro gane confianza y sea un animal equilibrad
o.

Un ejemplo: Enseñar a un animal para estar relajado y tranquilo mientras se le manipula mediante el uso de refuerzo. El perro de Pavlov fue entrenado para tener una nueva respuesta a una campana, porque el sonido de una campana era relacionado con alimento. Podemos entrenar a nuestros perros a disfrutar de la manipulación muy fácilmente: al tocar al perro y luego premiar al perro, y aumentar la manipulación a medida que el perro se encuentre tranquilo. Si el perro tiende a alejarse, el adiestrador tendría que retroceder un paso para que el perro se sienta cómodo y gane confianza (condicionamiento clásico).

Otro ejemplo: Premiar al perro por un comportamiento de calma ante una situación estresante (tal vez una carretera con mucho tráfico). Primero desde lejos, para ir acercándonos a medida que el perro permanece calmado. Si el perro está demasiado excitado o estresado, daremos un paso atrás y volveremos a empezar.

5) El uso de un marcador para el adiestramiento, ya se trate de un clicker, algún otro sonido, su voz, gestos, o un marcador visual. O, por el contrario, sin marcador y en su lugar -por ejemplo- reforzar al perro con un regalo directamente a su boca.El marcador se puede utilizar para determinar el comportamiento correcto. Le dice al perro que lo que está haciendo en ese momento exacto en el tiempo supondrá un refuerzo.

Por ejemplo: Si un perro se sienta, el adiestrador puede hacer clic en el momento en el que el perro está sentado, y después dar un premio. O el entrenador puede decir: “¡sí!” en un tono positivo y después dar al perro una golosina, soltarlo para conseguir un juguete…
También es posible reforzar el comportamiento sin necesidad de utilizar un marcador. Por ejemplo, puedes premiar al perro por mirar a otro perro con el que intercambia una respuesta emocional positiva (condicionamiento clásico). O reforzar al perro por estar en calma en casa dejándole una golosina entre las patas cuando no se lo espera. Esto hará que el que sea más probable que se repita ese comportamiento en el futuro.
6) El empleo de un método de adiestramiento más humano, eficaz y respetuoso, basado en las evidencias científicas más recientes.

El compromiso con el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo es seguir y respetar estos principios no sólo en las sesiones de adiestramiento, sino el cien por cien del tiempo que pasamos con el perro.


 Adiestramiento por Refuerzo Progresivo no significa:
1) El uso deliberado de la intimidación física o psicológica.Con la voz, el tacto, el lenguaje corporal, un dispositivo cualquiera, o el medio ambiente para intimidar a un animal con el fin de continuar, iniciar o finalizar el comportamiento del animal.Ejemplos: Mirando al perro de forma deliberada inclinados sobre él, empujando, tirando, impactando, con chorros de agua, sorprendiendo con un ruido, o con la voz de una manera intimidatoria para suprimir la conducta (decir “no” o “eh”).

2) Ignorar intencionadamente los niveles de estrés de un perro o sus señales de excitación.
Colocar intencionadamente al perro en situaciones de exceso de estrés a las que no puede hacer frente, en lugar de exponer al animal de tal manera que esté bajo su umbral de tolerancia (el perro puede tomar decisiones y hacer frente al problema).

Ejemplo: Forzar a un animal ante algo que le resulta extraño mientras el perro está ofreciendo una amplia gama de señales de estrés y evitación.

Ejemplo: Arrastrar al perro a través de una superficie que le asusta y se niega a cruzar, en vez de enseñar a que el animal se sienta confiado y tranquilo atravesando la superficie usando contracondicionamiento (premiaremos al perro para que coja confianza hasta que el animal esté seguro de cruzar tranquilamente por su cuenta).

3) Mantener objetivos egoístas en el adiestramiento.Poner al perro ante riesgos físicos o psicológicos de forma intencionada sólo para satisfacer nuestros propios intereses.

El compromiso con el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo es no utilizar ninguna de estas técnicas intimidatorias, ni durante el adiestramiento ni en ningún otro momento.

¿Por qué no debemos utilizar presiones o intimidaciones físicas o psicológicas?Por razones científicas, morales y éticas. El uso de estas formas de condicionamiento puede producir efectos secundarios no deseados, además de otro tipo de traumas en los perros.


Problemas que conllevan el uso de la intimidación física o psicológica:

1. Sin una buena, intensidad y coherencia, el “adiestramiento” equivale a nada más que un abuso.
2. El animal aprende a evitar el castigo con el fin de disfrutar de los comportamientos no deseados.
3. Estas técnicas pueden causar daños irreversibles emocionales en el animal.
4. El castigo puede aumentar las hormonas del estrés, la excitación, y la agresión.
5. Los animales pueden habituarse al castigo, la intensidad deberá aumentarse para tener algún efecto en el animal.
6. No se pueden cambiar en un animal sus respuestas emocionales básicas ante los niños, adultos, o ante otros animales mediante el castigo o intimidación; castigando sólo se pueden suprimir conductas no cambiarlas.
7. La intimidación puede causar que los perros oculten sus signos de advertencia antes de intentar morder.8. Los perros entrenados con el castigo puede sentirse atrapado por sus controladores, ya que la decisión de abandonar una “estancia” o dejar el lado del guía (para escapar de un niño molesto, por ejemplo) puede provocar el castigo. Los animales que sienten que no tienen escape tienden a morder en lugar de alejarse.
9. La intimidación puede aumentar el comportamiento que desea extinguir, ya que la intimidación también es dar una forma de atención a un animal.
10. La presencia del castigo se convierte en enemigo del refuerzo para el animal. Si castigas a tu perro utilizando la intimidación, es más difícil competir con el valor del refuerzo de otras cosas que encuentra en el medio. El perro encuentra otros estímulos en el ambiente más gratificantes, y cada vez nos asocia más con el castigo en lugar de con recompensas.
11. Los perros que han sido entrenados con intimidación física o psicológica no ofrecen por sí mismos comportamientos espontáneos. Son más difíciles de adiestrar.

En conclusión, el Adiestramiento por Refuerzo Progresivo no es una forma permisiva de adiestramiento. Se requiere proporcionar consecuencias para todos los comportamientos. El adiestrador asume el papel de un líder benevolente y guía en el uso de estos métodos éticos y con base científica.


"Progressive Reinforcement Training Manifest" by Emily Larlham   
Translated by: Juan Francisco Calle Muñoz-Delgado
(Colaboración entre Educadores Caninos en Positivo)